viernes, 13 de mayo de 2016

Alfonso, un Príncipe que hizo de Salinas un lugar Real

VCB - Salinas
Manuel Álvarez Buylla, presidente del Club Náutico, S.A.R. D. Alfonso de Borbón y Battemberg y José Antonio Rodríguez, alcalde de Avilés a su llegada al Club Náutico de Salinas el 29 de Agosto de 1924 (Foto Pola)

El 24 de enero de 1923, Alfonso XIII, a través de D. Andrés Avelino de Salabert y Arteaga, Marqués de la Torrecilla y Jefe Superior de Palacio, otorgaba al Club Náutico la dignidad “Real”. Este reconocimiento fue solicitado por algunas familias con “título” asiduas a los veranos de Salinas como Dª María Luisa de Borbón o D. Alberto María de Borbón, Duque de Santa Elena, y se habría logrado con la intercesión y aval de S.A.R. la Infanta Dª Isabel de Borbón, tras su visita al Club en 1918 con motivo de la inauguración de la estatua dedicada a Pedro Menéndez en el parque del Muelle de Avilés.


S.A.R. Dª Isabel de Borbón, Infanta de España, durante la inauguración de la estatua homenaje a Pedro Menéndez (22 de agosto de 1918)

Título Real concedido al Club Náutico de Salinas en 1923 (Archivo Histórico RCNS)

Un año más tarde, Salinas recibirá la visita en persona del Príncipe de Asturias, S.A.R. D. Alfonso de Borbón y Battenberg (1907-1938), que se acercará en automóvil a nuestro pueblo tras participar en Avilés en actos oficiales, al igual que lo había hecho en 1918 su tía, la Infanta Isabel. D. Alfonso de Borbón y Battenberg, era el hijo mayor de Alfonso XIII, heredero en su momento al trono español y tío-abuelo de Felipe VI, actual rey de España.   

En agosto de 1924 visitaba Asturias con motivo de la clausura de la Feria Internacional de Muestras. Llegaba a Gijón a bordo del crucero Victoria Eugenia y tras pasar la mañana en esta ciudad se trasladaba a Avilés. En la Villa del Adelantado era recibido oficialmente por las autoridades civiles y militares de la provincia en el Ayuntamiento. Después de la recepción municipal dedicará una oración al marino Pedro Menéndez, Adelantado de la Florida y fundador de la primera ciudad estadounidense, en el mausoleo inaugurado solemnemente unas semanas antes de su llegada con la presencia de la primera delegación oficial americana en España tras los sucesos de 1898. Finalizado el recorrido programado en la ciudad, se dirigirá en automóvil a Arnao para visitar a D. Juan Sitges, director de la Real Compañía Asturiana, y de vuelta a Gijón se detendrá en Salinas, donde compartirá unos momentos con una comisión del Ayuntamiento de Castrillón y una representación de la colonia veraniega. Los directivos del Club Náutico le obsequiarán con un aperitivo en la terraza donde disfrutará contemplando el Cantábrico. Antes de emprender el viaje de regreso a Gijón firmará en el libro de visitas y recibirá de manos de la directiva el ofrecimiento para ser nombrado Presidente de Honor de la Sociedad, honor que el Príncipe aceptará complacido, haciéndole entrega, por medio de la señorita Maruja Vallaure, de las insignias del Club para la gorra y la solapa. El Príncipe anunciaba en ese mismo acto su intención de volver al año siguiente a Salinas en su balandro, a un futuro embarcadero que el presidente Buylla pretendía construir en las proximidades de la Peñona, proyecto que nunca llegará a realizarse a pesar de haber sido prometido ese mismo año por el entonces presidente del Directorio Militar, el General Miguel Primo de Rivera, en la primera de sus visitas a Salinas.

D. Alfonso de Borbón y Battenberg acompañado de José Antonio Rodríguez, alcalde de Avilés, a su llegada a la villa el 29 de agosto de 1924.

Un año después, el 20 de agosto de 1925, D. Alfonso de Borbón y Battenberg, retornará nuevamente a la región en viaje oficial. Hacia las doce del mediodía llegaba a Avilés donde almorzará con los Marqueses de Ferrera y tras cumplir con los actos programados en la ciudad pondrá rumbo a Castrillón, en automóvil y no en barco como era su pretensión, para visitar distintas localidades acompañado de D. Juan Sitges. Se dirigirá primero al puerto de San Juan de Nieva y después realizará un recorrido por las dependencias fabriles de Arnao, donde será obsequiado con unas muestras de producción de la fábrica. Ya de retorno a Gijón, a su paso por Salinas, será recibido por la Junta directiva del Náutico, que le servirá un lunch y le hará entrega de un diploma conmemorativo con el nombramiento de Presidente Honorario del Club concedido por la directiva un año antes, durante la anterior estancia del Príncipe en la localidad.


D. Alfonso de Borbón y Battenberg acompañado de Juan Sitges en la fábrica de la Real Compañía (Arnao, agosto de 1925)

Diploma conmemorativo del nombramiento de D. Alfonso de Borbón y Battemberg como Presidente de Honor del Club Náutico

D. Alfonso no fue el primero ni el último miembro de la Casa Real que visitará nuestro pueblo, sin embargo las estancias del que fuera Príncipe de Asturias hasta la llegada de la II República otorgarán a Salinas un plus de "regia dignidad". Como Píncipe de Asturias le tomará el relevo años más tarde, durante la dictadura del General Franco, D. Juan Carlos de Borbón, que también se acercará a Salinas, ya como rey de España, para inaugurar el Museo de Anclas el 30 de septiembre de 1993, y tras él su sobrino-nieto, Felipe VI, actual monarca, que le sustituirá en la presidencia de honor del Náutico desde 1978, recién jurada su responsabilidad en el Santuario de Covadonga como Príncipe de Asturias.


Diploma de Presidente de Honor otorgado a S.A.R. D. Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias (5 de mayo de 1978)